La casulla de san Ildefonso (I): Este relato tiene dos personajes, el primero es san Ildefonso, que es el protagonistas positivo, pues quiere mucho a la Virgen he hizo mucho por ella. Le escribió un libro donde trataba su virginidad y le celebro una fiesta en su honor. La Virgen al ver todo lo que Ildefonso la quería y la respetaba, le correspondió regalándole una casulla, con la que vestiría para la gran fiesta del día de la Navidad. Pero antes le advirtió que cualquiera persona ajena quisiera utilizar su regalo no saldría bien parado. Luego entra el segundo personaje que es, Siagrio, el personaje negativo. Siagrio era una persona muy soberbia y liviano. Este pensó que no solo Ildefonso podía sé el único que quisiera tanto a la Virgen y que él eran tan consagrado como cualquiera y que también quería a la Virgen tanto como Ildefonso había demostrado. Por lo cual mando a que le trajesen la casulla que Ildefonso había vestido para que el se la pudiera poner también. Siagrio recibió su castigo porque al cabo de poco murió ahogado. El sacristán impúdico (II): Su defecto es que se hizo fornicario y una noche murió. Pero este recibió una oportunidad más y en esa segunda vida se comporto mejor y cuando volvió a morir fue al cielo. El clérigo y la flor (III): En este milagro trata de un clérigo que como el anterior amaba a la Virgen. Este era muy cumplidor y siempre antes de ir a ningún lado aclamaba su nombre. Un día este que iba por la calle lo asaltaron sus enemigos y le dieron fin a su vida pues lo mataron. Sus compañeros que también eran monjes, aunque no estaban muy seguros de lo que le podía haber pasado fueron a enterrarlo, pero se fueron lejos del monasterio y del cementerio, al bosque. A los pocos días a la Virgen que no le agrado que uno de sus siervos fuera enterrado de esa forma y tan lejos se le apareció a uno de los que lo enterraron y le dijo, que fueron a buscarlo y lo enterraran en el cementerio y en una tumba más bonita que la que tenia en este...
Milagro I La casulla de san Idelfonso Había un hombre llamado Idelfonso que quería muco a la virgen. Este hombre hizo mucho por ella. Idelfonso iba ha hacer una misa para regalarle un libro, en el camino hacia la iglesia se le apareció la virgen y le regalo una casulla sin coser. un hombre envidioso quiso imitar a Idelfonso y murió ahogado Milagro II El sacristán impúdico Un sacerdote que veneraba a la virgen y que la hacia reverencias todos los días. Le ascendieron a sacristán y este comenzó a portarse mal y a salir por las noches a divertirse. Una de estas noches cuando volvía de divertirse se callo y se ahogo. Los diablos se llevaron el alma pero la virgen la cogió y se la llevo ante dios ara que la resucitara. Milagro III El clérigo y la flor Un sacerdote que amaba mucho a la virgen le asaltaron por el camino y le mataron. Lo enterraron en el bosque y cuando volvían de enterrarlo se les apareció la virgen, le dijo a los asesinos que le enterraran en el cementerio. Unos días mas tarde estos fueron a desenterrarlo y vieron que no estaba podrido y que le sala una flor por la boca. Los asesinos lo cogieron y lo enteraron cerca del convento donde su alma descansaría en paz. Milagro IV El premio de la virgen Un clérigo que amaba mucho a la virgen callo enfermo y sufrió mucho. La virgen se le apareció y le dijo que no sufriría mas y se lo llevo a los cielos donde vivió tranquilo y sin sufrimiento Milagro V El pobre caritativo
El milagro V trata de un hombre pobre que viva de limosnas. Cuando ganaba dinero lo compartía con las personas para ganarse a la Virgen. Cuando llego el día de su muerte la Virgen se le apareció y le dijo que llevaría su alma con ella, entonces unos Ángeles cogieron y se lo llevaron al reino de Dios. MilagroVI El ladrón devoto Este milagro trata de un ladrón que prefería robar a ir a la iglesia pero tenia bondad porque creía en la Virgen. Le pillaron y le ahorcaron pero antes de que lo hicieran la Virgen lo salvo. Unas personas lo intentaron matar pero la Virgen se opuso y estos le dejaron para no ir contra ella. Al final su vida mejoro y no robo más. Milagro VII El monje y San Pedro Un monje malo que no cumplía las normas murió dejando a una mujer embarazada y no se confeso de ello se lo llevaron al infierno y la virgen suplico a dios que salvara su alma y este se la entrego a dos niños que se reencarno en ellos. Milagro VIII El romero de Santiago Un fraile que quería ser monje llamado Giraldo no respetaba algunas normas. Se le aparecieron unos demonios disfrazados de Ángeles se le aparecieron y le dijeron que para cumplir su penitencia se tenia que cortar los testículos. Este se los corto y se murió. Los diablos se llevaron su alma pero la virgen se lo resucito y lo resucito sin testículos para así cumplir sus penitencias. Milagro IX El clérigo ignorante Un clérigo que solo sabia recitar una misa. Las personas que lo escuchaban se comenzaron a quejarse de que era un ignorante. El sacerdote lo echo de la iglesia y le dijo que no volvería a decir la misa. Este se hecho a llorar pidiéndole que le dejar dar la misa. La virgen se le apareció al sacerdote y le dijo que le dejara volver a dar la misa y este le dejo volver a darla. Milagro XI El labrador avaro Un labrador malo quería a la virgen muchísimo estafaba timaba y engañaba. El día de su muerte se llevaron el alma unos diablos pero unos Ángeles se lo quitaron porque decían que era de la virgen y se la llevo a los cielos. Milagro XII El prior y el sacristán Un una ciudad llamada Padia había un monje que no llevaba una vida muy ordenada este monje murió. Un día un sacerdote oyó una voz muy débil, era el monje que le contó que la virgen le había salvado. El sacerdote se lo contó a todos los de la iglesia. Cuando este monje murió la virgen se lo llevo también a los cielos. Milagro XIII El nuevo obispo Una persona llamada jerónimo que amaba a la virgen. El sacerdote dl pueblo murió y tuvieron que elegir otro. a un cristiano se le apareció a la virgen y le dijo que buscara a un hombre llamado jerónimo y le nombran nuevo sacerdote y así lo hicieron. Milagro XIV La imagen respetada
En el monasterio de San Miguel habían unos monjes que adoraban y veneraban a la virgen. La tenían en un altar. Un día cayo un rayo al monasterio y se incendio todo menos la virgen, los monjes sorprendidos veneraron y adoraron mas que nunca a la virgen Milagro XV La boda de la virgen Un hombre canónigo al que se le mueren unos parientes y hereda todo de ellos. Este hombre iba a casarse con una mujer. El día de la boda no pudo ir a la iglesia a ver a la virgen y se metió en un camino para orar y se le apareció la virgen y le dijo que si la quería de verdad no se casaría con esa mujer. El hombre ni hizo caso y se caso con ella. El se arrepintió y salió al bosque y la virgen le protegió de los peligros. Milagro XVÍ El niño judío En la ciudad de Borges había un niño judio. En la escuela a la que iba le invitaron a ir a la iglesia y este acepto. Cuando vio la imagen de la virgen se quedo perplejo. Se lo contó a su padre y este se enfureció tanto que lo tiro al fuego pero el niño no se quemo porque la virgen lo protegía. Milagro XVII La iglesia profanada Tres amigos mataron a un hombre en una iglesia y la virgen los castigo haciéndole arder hasta que pidieron perdón y se confesaron y dijeron que lo habían matado ellos. Estos amigos no se volvieron a ver mas en la vida. Milagro XVIII Los judíos de Toledo En el pueblo de Toledo estaban celebrando una fiesta en honor a la virgen. El arzobispo estaba dando la misa cuando se oyó una voz débil que venia del cielo diciendo que habían matado al hijo de Dios y que fueran a comprobarlo fuera. El arzobispo les explico que era la virgen la que hablaba y que estaba muy enfadada. La gente salió fuera y vio a un judío crucificado.
METRICA, LENGUAJE Y TEMATICA. Los rasgos que caracterizan al mester de clerecía pueden resumirse en los siguientes: Todos los poemas están escritos en estrofas de versos alejandrinos (de catorce sílabas, divididos en dos hemistiquios de siete), con una sola rima consonante, que reciben el nombre de tetrásforo monorimo o cuaderna via. Los poetas de clerecía respetan rigurosamente el canon métrico, de forma que todo verso mal medido puede estimarse como descuido involuntario o falta de habilidad. También, debe tenerse en cuenta, además, los errores de los copistas y las diferencias de pronunciación, y los distintos criterios seguidos respecto a la sinalefa, el hiato, la sinéresis y la diéresis. El lenguaje pretende ser mucho más cuidado y selecto que el de los juglares. Esta perfección puede deberse en buena parte al avance natural sobre los escritores precedentes; el poeta utiliza un lenguaje familiar , llano y sencillo, animado con expresiones pintorescas y vulgares comparaciones. Lo más fundamental del mester de clerecía radica en su temática. Se suele decir por influencia de su propio nombre, que éste se ocupa de temas religiosos; pero, con excepción de los libros de Berceo, ninguna obra específica de esta escuela es religiosa. Lo esencial reside en que trata de temas eruditos, de materias que no han sido tomadas de la observación directa de la vida, de acontecimientos actuales como hacen los juglares, sino del saber escrito al que no se tenía sin una dedicación estudiosa. Cronológicamente el mester de clerecía se prolongó desde mediados del siglo XIII hasta finales del XIV. Durante el XIII se mantuvó fiel a los moldes métricos, pero en el siguiente da entrada a formas poéticas distintas de caracter lírico y metro más breve; por el contrario, en ocasiones, aparecen versos de diez y seis sílabas, mientras que en otras se dan cuartetas heptasílabas, como resultado de separardos hemistiquios del alejandrino (Proverbios morales, de Sem Tob).
Otra diferencia esencial separa la clerecía de ambos siglos. Al XIII corresponden obras anónimas, con la excepción de Berceo, de caracter más impersonal, rígido, y, literariamente, más "objetivo".El XIV da entrada a grandes figuras literarias, de inconfundible personalidad, como la severa requisitoria moral del Canciller de Ayala y el gran retablo humorístico del Arcipreste de Hita, verdadera comedia humana de su siglo.
La casulla de san Ildefonso (I) presenta dos protagonistas humanos (positivo y negativo) y cuenta la diferente reacción de la Virgen ante ello La casulla de san Ildefonso (I): Este relato tiene dos personajes, el primero es san Ildefonso, que es el protagonistas positivo, pues quiere mucho a la Virgen he hizo mucho por ella. Le escribió un libro donde trataba su virginidad y le celebro una fiesta en su honor. La Virgen al ver todo lo que Ildefonso la quería y la respetaba, le correspondió regalándole una casulla, con la que vestiría para la gran fiesta del día de la Navidad. Pero antes le advirtió que cualquiera persona ajena quisiera utilizar su regalo no saldría bien parado. Luego entra el segundo personaje que es, Siagrio, el personaje negativo. Siagrio era una persona muy soberbia y liviano. Este penso que no solo Ildefonso podía sé el único que quisiera tanto a la Virgen y que él eran tan consagrado como cualquiera y que también quería a la Virgen tanto como Ildefonso había demostrado. Por lo cual mando a que le trajesen la casulla que Ildefonso había vestido para que el se la pudiera poner también. Siagrio recibió su castigo porque al cabo de poco murió ahogado.
En "La casulla de San Ildefonso," la Virgen María visitó a San Ildefonso y le dio gracias por su lealtad y servicio. La primera parte de la conversación es sólo repetición de los hechos que ya sabemos, es decir, que la Virgen está muy satisfecha y contenta porque San Ildefonso la había alabado en un libro y había trasladado la fiesta de la Anunciación. En la segunda parte, sin embargo, la narración sigue adelante cuando la Virgen habla de los regalos que le dará a San Ildefonso. Luego hay repetición en tercera persona de la segunda parte. •
Los judíos de Toledo:
En el pueblo de Toledo estaban celebrando una fiesta en honor a la Virgen. Mientras el arzobispo estaba dando una misa al pueblo se escucho una voz débil que venia del cielo que decía que sentía un gran dolor porque a su hijo habían vuelto a darle muerte los judíos, porque todo ellos iban en contra de Jesucristo. Que tenían que ir a comprobarlo, y dar un castigo. Todo el mundo que en la misa se encontraban salieron a correr hacia la casa de los rabi más poderosos y encontraron un cuerpo de cera de Jesús crucificado con clavos. Apresaron todos al señor y recibieron una recompensa de la Virgen.
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En los dos milagros se le da una imagen de negativo a la comunidad de los judíos, porque en un principio no son de su misma religión.
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Desde mi punto de visto y poniendo un ejemplo solo uno de estos milagros, el niño judío, lo pondría hoy en día como algo moral y didáctico. Porque por ejemplo para yo explicarle a un niño pequeño que debe de respetar la religión de otras personas y no debe de dejarlos de lado.
El romero de Santiago (VIII).
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Señala como engaña el demonio al joven Giraldo.
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Indica quien pide ayuda a la Virgen y justifica la intervención de este personaje.
Unos demonios se disfrazaron de ángeles y se dirigieron a un fraile llamado Giraldo que estaba haciendo el camino de Santiago y estos le dijeron que como no había hecho penitencia tenia que hacer un sacrificio y cortarse los testículos. Fue Santiago quien lo vio todo y sé dirigió a la Virgen para que lo perdonara porque el no había tenido ninguna culpa. Este se salva y consigue terminar su penitencia.
Gonzalo de Berceo (h.1197-h.1264)
Es el primer poeta español de nombre conocido. Su prinicipal obra es Milagros de Nuestra Señora.
Comienza con una introducción alegórica en la que el autor se presenta a sí mismo en una naturaleza idealizada, descanso del hombre, que simboliza las virtudes y perfecciones de la Virgen. A continuación, se suceden veinticinco milagros realizados por la Virgen a favor de personas que sienten una gran devoción por ella. Berceo no inventa, sólo pretende difundir en lengua romance los relatos ya existentes sobre la Virgen, los cuales él modifica con libertad. Las principales características de los Milagros son las siguientes: • • •
Berceo introduce elementos cotidianos para atraer a sus oyentes. Emplea elementos del arte juglaresco, como el uso de expresiones para llamar la atención de sus oyentes. Al final de cada relato aparece una moraleja o enseñanza para hacer comprender al oyente las ventajas que reporta ser un devoto de la Virgen.
Se pueden distinguir tres grupos de milagros: • • •
En los que María premia o castiga a los hombres, como La casulla de San Ildefonso. En los que la Virgen perdona y logra salvar de la condenación a sus devotos, como El sacristán fornicario. En los que los personajes sufren una crisis espiritual y María les ayuda a solucionar el conflicto, como La abadesa embarazada.
1En la ciudad de Toledo hubo un arzobispo que se llamaba Ildefonso, hombre muy piadoso y adornado de buenas obras; el cual, entre otras preocupaciones por las cosas buenas, tenía la de amar mucho a Santa María, Madre de Dios, y, en la medida que podía, la honraba con toda reverencia. En su honor escribió con elegante estilo un libro famoso sobre su santísima virginidad que agradó tanto a la santa y siempre Virgen Madre de Dios, María, que se le apareció, con el libro en la mano, para agradecerle el haber escrito esa obra*. El, por su parte, deseoso de honrarla todavía más, decretó que todos los años se celebrase una fiesta solemne en honor de la Virgen ocho días antes de Navidad, para que de ese modo la festividad de la Anunciación del Señor, si caía en tiempo de Pasión o de Resurrección, se pudiera celebrar, como conviene, con el mismo esplendor en la fecha citada. Porque pensaba que era muy justo que antes de Navidad se pusiese una fiesta de la Santa Madre de Dios, ya que Dios vino al mundo, hecho hombre, por medio de ella. Tal fiesta, confirmada después en un concilio general, se celebra en las iglesias de muchos lugares*. Por ello la Santa Madre de Dios se le apareció por segunda vez, de pie junto al altar, estando él sentado en la cátedra, y le entregó una vestidura (la que conocemos como alba sacerdotal*), diciéndole: Del paraíso de Dios, mi hijo, te he traído esta vestidura para que te la pongas en la fiesta solemne de Dios y en la mía; y en esa cátedra tú te podrás sentar cuando quieras. Pero te aseguro que, fuera de ti, nadie podrá sentarse en ella *ni ponerse esta vestidura impunemente, y si alguno se atreviere a ello, según juicio de Dios, no quedará sin castigo. 10Dicho esto, la Santa Madre de Dios desapareció de su lado, pero le dejó la vestimenta que había traído. Él la usaba lleno de gozo, y crecía a diario en el servicio de Dios y de Santa María, con la práctica de buenas obras. Pasado un tiempo, emigró a la casa del Señor, dejando a la posteridad un ejemplo hermosísimo de cómo hay que honrar a la Madre de Dios. A su muerte fue nombrado arzobispo de la citada ciudad un clérigo, llamado Siagrio, el cual, teniendo en poca estima la virtud de su antecesor, y aún peor, engañado por las artes del enemigo, contra la prohibición de Santa María, Virgen, se sentó en aquella cátedra, y con intención de revestirse con la sagrada vestidura dijo: Yo soy un hombre y pienso que mi antecesor fue un hombre igual que yo. ¿Por qué yo no me voy a poner la misma vestidura que se ponía él, si desempeño el cargo de obispo lo mismo que él lo desempeñó ? Y, diciendo esto, se vistió aquel ornamento sagrado. Pero Dios castigó su arrogancia, porque, sin tocarlo nadie, cayó muerto, ahogado por la propia vestidura. Al ver esto los circunstantes, sobrecogidos de gran temor, le despojaron de la prenda que él se había vestido indignamente y la volvieron a poner en el tesoro de la iglesia, donde se conserva hasta hoy. 20 Así honró la Santa Madre de Dios a San Ildefonso que la había servido con devoción. En cambio castigó con la muerte el atrevimiento de Siagrio, enseñándonos que todo aquel que la honre obtendrá el favor de Dios y el de Ella.
El peregrino que después de amputarse los genitales y la garganta fue devuelto a la vida por orden de Santa María 1Tampoco debemos pasar en silencio aquí el milagro de Santa María que Don Hugo, abad de la iglesia de Cluny, suele contar de un fraile de su monasterio. El fraile se llamaba Giraldo. Cuando aún era seglar, un día le entraron deseos de ir en peregrinación a Santiago. Preparado ya lo necesario para el camino, al rayar el día en que iba a emprender el viaje con sus compañeros, vencido por la concupiscencia de la carne, se acostó con su concubina. y cuando llevaba hechas muy pocas jornadas con sus amigos, el enemigo antiguo, que a veces se transforma en ángel de luz, tratando de engañarlo, se le presentó en figura de apóstol Santiago y le dijo: Te hago saber que por las malas obras que has hecho ya no puedes conseguir tu salvación, si no haces lo que yo te diga. El contestó: ¿ Qué quieres que haga ? El diablo respondió: lo primero, córtate los genitales y luego date la muerte y por ello obtendrás de Dios el premio eterno. Él, convencido de que quien le mandaba tal cosa era de veras Santiago, empuñando su espada, se cortó los órganos viriles y después, llevando el hierro a su garganta, se asestó un tajo mortal. Los compañeros, al oir que se quejaba ya próximo a la muerte y al ver que estaba exhalando el último suspiro de muerte violenta y que estaba cubierto de sangre lo abandonaron huyendo precipitadamente, temerosos de que dijeran que ellos lo habían matado para robarle o por otro motivo. Tan pronto como se alejaron del muerto, el enemigo antiguo, que le había engañado, se apoderó de su alma, regocijándose no poco con sus esbirros de haber logrado así su presa. Pero como tuviesen que pasar por delante de la iglesia de San Pedro, por la voluntad de Dios, les salió al paso Santiago, en compañía de San Pedro, y le dijo a la chusma demoníaca: ¿ Por qué os habéis apoderado del alma de mi peregrino ? Ellos alegaban todo lo que podían de malo y el hecho de que a la postre se había suicidado. Pero Santiago les contestó: Estad seguros de que no os vais a reir de su muerte porque le engañasteis, haciéndoos pasar por mí; y lo que hizo, lo hizo sencillamente creyendo que me obedecía a mi y si os rebeláis contra esto, vayamos al tribunal de Santa María, Madre de Dios*. 20Se presentaron, pues, ante la Santa Madre de Dios y le preguntaron qué quería que se hiciese en este asunto; la Virgen Santa, llena de piedad, sentenció que esa alma debía volver a su cuerpo, para que haciendo penitencia pudiera quedar limpia de los pecados que había cometido. De esa manera, por los méritos de la Virgen, Santa María, y del apóstol Santiago, el alma volvió al cuerpo. y aquel hombre, al revivir, se encontró sano y que sólo le había quedado, como prueba, la cicatriz de la cuchillada en el cuello. Por cierto, los órganos que se había amputado no los recuperó; sólo le quedó un pequeño orificio por el que orinaba, según exigencias de la naturaleza. Finalmente se metió monje en el citado monasterio de Cluny y vivió muchos años, entregado al servicio de Dios.
<18> (17) Castigo y también compasión que tuvo la Virgen Santa con ciertos caballeros 1 Así como hay muchos que leyendo los milagros ya relatados de la Santa Madre de Dios pueden darse cuenta de que Santa María usa de gran piedad como Madre de misericordia, sobre todo con los que se esfuerzan por ser devotos suyos, así también hay que saber que es severa con los que la desprecian. Para demostrarlo, vamos a contar un milagro que sabemos ha tenido lugar en nuestros días. Tres caballeros que tenían odio a otro y querían matarlo, encontrándolo sin la protección de sus amigos, en una ocasión muy propicia se lanzaron sobre él con la intención de darle muerte. Él, despavorido, se refugió en una iglesia, consagrada a Santa María, por ver si conseguía, por la reverencia debida a ella, librarse del peligro de muerte inminente. Pero ellos, inhumanos, entrando en la iglesia, lo mataron ante el altar sin compasión alguna. Por acto semejante, la Virgen Santa María, se indignó contra ellos. Y, castigándolos Dios por tal atrevimiento, de repente se vieron atacados por un fuego que empezó a quemar cada uno de sus con violencia. Ellos, al darse cuenta de que caía sobre sí el castigo divino y forzados por el grandísimo dolor, se volvieron con gran contrición de corazón a invocar a Santa María, Madre de Dios, a la que habían ofendido gravemente. Aplacada por sus ruegos la Virgen Santa, siempre llena de misericordia, por la bondad de Dios, les libró piadosamente del fuego que los devoraba. Sin embargo, no quedaron completamente sanos. Mas tan pronto como pudieron caminar, fueron a ver al obispo, le contaron lo que ellos habían hecho y lo que les había pasado y le pidieron que les impusiera una penitencia. Al señalársela el obispo, le pareció bien imponerles, en lugar de otra penitencia, las armas con las que habían matado a aquel hombre, es decir, les mandó que continuamente llevaran las armas sobre su cuerpo y así hicieran la penitencia que les correspondía hasta que dieran satisfacción a Dios ya Santa María, su Madre. 10Ellos, aceptada esa penitencia, se separaron entre sí, se fueron lejos de su tierra, y peregrinaron durante largo tiempo por distintos lugares, buscándose el sustento. Uno de los cuales vino a una ciudad llamada Anifridi, situada junto al río Itona, y entró en casa de una mujer que se llamaba Emma. Por casualidad entonces estábamos nosotros allí, pidiendo limosna. Y por eso él nos contó punto por punto lo que había sucedido (lo que hemos dicho anteriormente de él y de sus compañeros ), y para convencer más a los oyentes, se desnudó ante nosotros y nos mostró, ceñida a la carne viva, la espada con que había herido de
muerte al susodicho caballero. La espada era bastante ancha, según pudimos ver; pero estaba ya cubierta en gran parte por la carne que había crecido por encima. Añadió después que le había sido ordenado por revelación divina que se dirigiera a una iglesia de San Lorenzo y que esperara, que allí en breve Dios tendría misericordia de él. Dicho esto y recibida la limosna, con prisa se fue de aquella ciudad *. Es grato detenemos un poco a considerar la grandísima benignidad de Dios y de su Santa Madre para con estos hombres, porque, habiendo pecado gravemente contra el Señor, los castigó también bastante gravemente pero no quiso acabar con ellos, es más, les volvió a llamar a penitencia y les dio esperanza de salvación eterna. Pero tal vez alguno diga: ¿ Por qué la Virgen Santa María, no defendió al caballero que se refugió en su iglesia? El que hablare así pondere que, como dice el Sabio, los designios de Dios son ocultos y por eso no debemos discutirlos temerariamente. 20Y después de todo, que nadie dude de que dicho hombre no pidió la ayuda de la Madre de Dios en vano. Porque, si leemos de algunos santos que en peligros semejantes prefirieron librar un alma antes que un cuerpo (porque librar el cuerpo en comparación con librar el alma es como comparar un instante con una eternidad), cuánto mejor puede la Santa Madre de Dios librar de la muerte eterna al hombre mencionado o a cualquier otro, ella que puede obtener libremente del Señor, su Hijo, todo cuanto quisiere. Por tanto, debemos creer firmemente que la Señora, según su voluntad, dispensó su misericordia al alma de dicho caballero, el cual tal vez por sus pecados había merecido que lo mataran, como lo hace siempre con todos los que recurren a ella de todo corazón. Pidámosle también nosotros que nos alcance el perdón del Señor, su Hijo, a quien con el Padre y el Espíritu Santo sea dada gloria por siempre. Amén.
<19> (18) La imagen que los judíos decidieron crucificar 1 Para levantar los corazones de los humildes a saborear los gozos eternos, con brevedad (como dice el refrán, «con poco, abarcar mucho» ) voy a contar por escrito un milagro de la excelsa Madre del Salvador, que ha llegado a mis oídos de labios de varones espirituales. En la ciudad de Toledo*, el día de la Asunción de la Virgen, Santa María, mientras el obispo celebraba la misa solemne y el pueblo elevaba devotamente sus preces al Señor, en mitad de los sagrados oficios, por intervención divina, se dejó oír una voz del cielo que se quejaba así de que su Hijo único, Salvador de todo el mundo, era maltratado con insultos y al fin con la muerte de cruz por el pérfido pueblo judío: iAy, ay, cómo se ve que la malicia de los judíos es patente y monstruosa! iAy, qué desgracia tan tremenda! iDentro del redil de Dios, mi Hijo, del Redentor del mundo, del Rey que tiene por distintivo la señal de la cruz salvadora, permanecen y viven pujantes los insensatos judíos! i Ellos de nuevo injurian y quieren dar muerte en el patíbulo de la cruz a mi Hijo único, luz y salvación de los creyentes! Una gran multitud de gente escuchó esto con viva atención donde lo íntimo del alma, y lejos de echarlo en olvido, bajo el impulso del Dios soberano, lo grabó en su memoria y en su mente, y luego el arzobispo y los fieles a él encomendados de común acuerdo decidieron ir, una por una, a las casas de los judíos de la ciudad y con prudencia, pero con diligencia, hacer averiguaciones sobre aquello de lo que la voz de la Virgen se había quejado. Así se hizo. Y, entrando en las casas del Rabí de los judíos y en la sinagoga, registrando los rincones de las casas, no fuera que los judíos hubieran hecho algo oculto por temor a ser descubiertos, pronto los investigadores encontraron una imagen de cera que, como si fuera una persona viva, habían hecho según la doctrina y la fe de los cristianos, y a la cual tenían preparada para llenarle de salivazos y bofetadas y darle muerte de cruz. Hallada la imagen, los cristianos borraron esta afrenta y la perfidia de los arteros judíos, y les dieron muerte en el acto. Sintamos, pues, todos veneración por la altísima dignidad de María, Madre de Dios, por cuya integridad virginal y por cuya saludable misericordia somos ayudados y destinados a la salvación eterna por su Hijo único, redentor del género humano. Así como se quejó de que los pérfidos judíos habían urdido con malicia como una segunda pasión de su Hijo y, quejándose, recordó al pueblo cristiano la pasión escrita en el Evangelio y le quiso librar de los engaños del demonio, enemigo del linaje humano, así también su amor misericordioso nos acerque al seno benditísimo de su Hijo y nos libre del fuego eterno del infierno. 10Por el mismo Señor nuestro, Jesucristo, Hijo suyo, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.