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Territorios Independientes Más allá de la identidad nacional y sus imágenes Carlos Aranda Márquez Terminando la primera década del siglo XXI, las discusiones sobre el uso de la fotografía cobran un vértigo decimonónico. El territorio, el cuerpo, los objetos no son temas nuevos, lo interesante es cuándo una imagen fotográfica es considerada un asunto fotográfico o uno artístico y son cuestiones que no podemos tomar a la ligera y para que comprendamos este tema bizantino, anotaremos que una fotografía como hecho fotográfico es una meta en sí misma, mientras que en el segundo, la fotografía es solamente un dispositivo, para lo cual se pudo haber empleado igualmente el video, la pintura o incluso la palabra en cuanto formas discursivas. No importa que ambas personas utilicen algún mecanismo para capturar una imagen. Es el propósito lo que distingue una foto de una pieza, que tal vez sea artística o no. Territorios Independientes es un proyecto artístico que utiliza la imagen fotográfica para trazar un nuevo mapa. Es hora de asomarnos a una pregunta difícil: ¿existe una categoría que podamos usar como arte colombiano? O para tal caso, ¿arte chileno o argentino? Es una discusión con matices fascinantes porque México y Colombia comparten sincretismos mestizos y religiosos pero los otros dos países tienen mezclas europeas e influencias religiosas que no descansan exclusivamente sobre el catolicismo. Esta exposición colectiva es una road movie que agrupa a artistas de cuatro países que comparten el castellano, la tradición judeo cristiana, diferentes velocidades en sus formas de desarrollo económico y el hecho histórico fundamental de haber iniciado sus independencias de la corona española hace doscientos años. Hasta ahí las similitudes. Algo que hemos aprendido desde mediados del siglo XX es que en materia de arte no podemos utilizar la nacionalidad como un índice categorial de las prácticas artísticas. Digamos que existen un grupo de preocupaciones formales inherentes a cada generación y que se traducen en este tipo de mapas. Territorios Independientes reúne a una veintena de artistas de cuatro países, cuyo promedio de edad varía en una franja generosa de los veinte a los

cuarenta y pico de años, ninguno respeta ese dictum feroz que nos recibía en letras gigantes en el Aeropuerto de Eceiza, en Argentina, “el idioma es patria” a mediados de la década de los años noventa. Los artífices han viajado muchísimo, quizá no vivan en su país de origen y tal vez hablen varios idiomas además de su lengua madre. Han sido educados por las guerras civiles, los cambios de gobiernos de todas las franjas políticas, la televisión ya es una abuelita para algunos y la red electrónica la novia más constante. Estas imágenes son el nuevo índice de un continente que cambia y que, paradójicamente, permanece fiel a sus ídolos antiguos y sus lascas.