Las Voces Del Desierto 3o4o16

Hernández Monroy Paola Melissa Teorías de la comunicación III Ensayo 8/09/2015

Aprendiendo de la vida

Desde el origen de los tiempos el ser humano ha buscado conocer. Conocer su realidad, su entorno. Esto le ha permitido ir encontrando respuestas a sus preocupaciones, a sus intereses y deseos. A lo largo del tiempo hemos podido cambiar el estilo de vida hasta llegar al ideal o al que tenemos ahora. Las cosas pueden cambiar si nos atrevemos a salir de la rutina, elegir nuestros deseos enfrentando las consecuencias o limitaciones y aprendiendo de ellas. La importancia de enfrentar día tras días a pruebas de resistencia, de convivencia, crecer de con cosas que supuestamente nos tienen que hacer feliz, nos enseñan a valorar las cosas materiales como el juguete nuevo o la muñeca más moderna sin darse cuenta de lo que realmente es valioso. En el libro “Las voces del desierto” de Marlo Morgan relata una experiencia de tres meses con los aborígenes australianos en la que plasma su asombro por una forma de entender la vida completamente distinta a la occidental, ni mejor ni peor, ni superior ni inferior, simplemente diferente. Una forma de entender la vida que le proporciona lo necesario para vivir, comida, bebida y medicinas pero de una forma mucho más respetuosa con el entorno. Su asombro fue devastador ya que ella, una mujer como tantas otras, estresada y adicta al trabajo, abre sus ojos y contempla la importancia de sus sentidos, su mente y su alma, ocasionando un cambio drástico en su vida.

A lo largo del viaje Marlo hace un recorrido espiritual hacia el verdadero origen y naturaleza del ser humano, un camino de desapego dirigido hacia la reflexión personal que engloba la dirección de hacia dónde estamos yendo en este alocado mundo. Este lapso empieza desde el desarraigo de sus pertenecías en el momento en que le mandaron a quitarse su ropa y ponerse una pieza de tela. La tribu de los Auténticos llaman a los habitantes del mundo civilizado como “mutantes” ya que hemos perdido la capacidad de arraigo con la naturaleza, de respetarla y venerarla. La humildad y sencillez del modo de vida de los aborígenes australianos es transmitida a Marlo, esto por medio de la conexión del cuerpo, ya que como uno de los principales instrumentos de comunicación nos da pertenencia, experiencias, conocimiento y placer. Los Auténticos cierran el círculo de cada experiencia, esta acción se da en todos los encuentros con otras personas formando una conexión de experiencias para toda la vida. Es por esto que cuando se tiene malos sentimientos en el corazón hacia otra persona y ese círculo no se cierra, se repetirá más adelante, ocasionando a corto o largo plazo el dolor y el sufrimiento. Actualmente estamos en un tiempo en el que estamos demasiado ocupados en existir como para ocuparse de su auténtico ser, en estar arraigado a alguien o algo o simplemente tener el sentido de pertenecía. Esto es tan necesario como el borrar la rigidez, desprenderse de viejas ideas, costumbres, opiniones y, a veces, incluso de viejos compañeros. Una de las grandes reflexiones que se puede hacer a lo largo de esta maravillosa historia es el compromiso permanente de ser mejores personas, ya que los Auténticos, como muchas tribus de indígenas creen que es muy importante que uno observe a los demás del grupo ya que puede ser un reflejo

espiritual. Estos reflejos son cosas que iras y son cualidades propias a las que hay que darles prioridad para tener así, un mejor sentido de pertenecía. De acuerdo a lo anterior, podemos rescatar que los actos, la apariencia y el comportamiento que no son agradables son las cosas de uno mismo debemos trabajar. No se puede reconocer en los demás lo que uno considera bueno o malo, a menos que uno mismo tenga las mismas debilidades y cualidades en algún nivel de su personalidad. Es por esto que los auténticos creen que las personas sólo pueden cambiar de verdad por una decisión propia, y que todo el mundo tiene la capacidad de cambiar cuanto quiera de su propia personalidad y como consecuencia alterando el flujo vital, formando parte de la vida. La impresión de haber aprendido que también somos los creadores de nuestra propia vida abre un gran panorama en el que podemos enriquecerla, entregarnos a nosotros mismos y ser tan creativos y felices como queramos serlo. Cada ser humano es único y a cada uno de nosotros se nos otorgan ciertas características que son excepcionalmente fuertes y que pueden llegar a convertirse en un talento, conviniendo así los sueños como en una sombra de la realidad. Disponer de ayuda en cualquier momento de angustia, incluidos la proximidad de la muerte y hasta el mismo acto de morir es por lo Marlo pasa en cada momento crucial en el desierto hasta que pudo conseguir o superar su propio de estilo de vida. Dándose cuenta que nuestro entorno está lleno de personas buenas que nos apoyan y comparten nuestra vida si se lo permitimos. Hay comida y agua para todos los seres vivientes en todas partes si nos abrimos para recibir y también para dar. Pero entonces, por encima de todo, valorar la abundancia que hay en la vida. En conjunto con todas estas ideas y reflexiones que nos ocasiona este libro podemos cuestionar si en verdad las cosas materiales no nos hacen más felices.

Esto es todo lo contrario ya que dependemos de las cosas materiales, y esta dependencia no nos deja ser felices, porque si en un momento dado nos faltan no sabemos vivir bien, vivir felices. Los auténticos viven de lo que les proporciona la naturaleza, y dan gracias cada día por lo que esta les da. En cambio, nuestra sociedad no sabe vivir de esta manera, ya que estamos acostumbrados a las comodidades. Además, de no saber apreciar las cosas buenas que nos da la naturaleza, la destruimos, sin tener en cuenta su importancia. Marlo, al empezar este viaje se desprende de todos sus objetos materiales: joyas, móvil, ropas, reloj, etcétera. En un principio esto le cuesta mucho, pero al final aprende a vivir sin todo eso, y se da cuenta que la felicidad se encuentra en otras cosas. Existen otras culturas que sin tener nada son más sabias y viven mejor que nosotros, tal vez sea por su forma de ver las cosas, o porque se lo toman todo con más calma, viven menos estresados, y eso les permite pensar en sí mismos y mejorarse, para llevar una vida completamente espiritual. La forma de comunicarse que tienen los aborígenes mediante la telepatía. Las personas occidentales al estar mucho tiempo juntas conseguimos armonía, mediante la cual podemos llegar a pensar lo mismo sin ni siquiera hablar, por ejemplo en una relación de amistad, pero esto no creo que pueda ser la base una buena comunicación, ya que no siempre se da, y además mediante el lenguaje verbal adquirimos un enriquecimiento de nuestra cultura. En nuestra sociedad el dinero lo es todo, es una de las partes del último capítulo, cuando Marlo es liberada de la tribu y llega a la ciudad se siente como una vagabunda al no poseer este bien material. En el desierto había sobrevivido felizmente sin necesidad de dinero, pero en la ciudad sin este bien no podía hacer nada. Esta última parte del libro, en mi opinión define, en cierto modo, lo sociedad en la que vivimos. Una sociedad en la que si no tienes dinero no eres nadie.

Nuestra sociedad no se da cuenta de que en vez de discriminar a estas culturas, viéndolas como inferiores a nosotros debido a que no tienen nada, se puede aprender de ellas. Su sabiduría es grande y si aprendiéramos de ellos, seguramente nos convertiríamos en mejores personas, más seguras de lo que hacemos, sin necesidad de camuflar nuestro aspecto, y sin estrés. Este libro nos sirve de gran ayuda para reflexionar sobre el mundo en el que vivimos, y si esta forma de vida llena de cosas materiales y comodidades nos hace realmente felices.